El neurodesarrollo es un proceso que desde la gestación puede verse afectado. Durante el embarazo la salud de la madre juego un rol en garantizar un adecuado neurodesarrollo; la exposición al estrés durante el embarazo afectan las conexiones neuronales en el cerebro entre diversas áreas como el hipocampo y las amígdalas aumentando el riesgo de trastornos mentales como la depresión y ansiedad en la adultez, afectan la corticogénesis (1), activa el sistema inmune lo que conlleva a la activación de microglía y la poda neuronal afectando deletéreamente el neurodesarrollo y predisponiendo al retraso del neurodesarrollo y trastornos del espectro autista (2), también causa modificación en el microbioma intestinal (3).
El microbioma
intestinal se encarga de enviar señales al sistema nervioso central a través de
la producción de diversos neurotransmisores modulando a su vez la neurogénesis,
el metabolismo energético cerebral, incluyendo el sistema inmune lo que puede
agravar la activación de las microglías del sistema nervioso central y las
repercusiones en el neurodesarrollo (3-5). Las interacciones del microbioma
intestinal con los estresores pueden generar cambios epigenéticos que influyen
en las repercusiones a nivel del sistema nervioso central delimitando la
severidad y cronicidad de estas (6).
El nivel socioeconómico
de las madres y las características del hogar donde habitan han sido
relacionadas como factores estresores de la madre, debido a que aumentan el
conflicto familiar, por lo cual el nivel socioeconómico bajo ha sido
establecido como factor de riesgo para el retraso del neurodesarrollo (7, 8).
Siendo este otro factor que incrementa el estrés materno y las repercusiones en
el desarrollo del sistema nervioso central del infante por diferentes vías,
debido a esto es necesario disminuir el estrés materno y garantizar un adecuado
estado de salud durante el embarazo.
Referencias:
1) Scheinost D, Sinha R, Cross SN, Kwon SH, Sze G, Constable RT, et al. Does prenatal stress alter the developing connectome? Pediatr Res. 2017 Jan;81(1–2):214–26.
2) Prins JR, Eskandar S, Eggen BJL, Scherjon SA. Microglia, the missing link in maternal immune activation and fetal neurodevelopment; and a possible link in preeclampsia and disturbed neurodevelopment? Journal of Reproductive Immunology. 2018 Apr;126:18–22.
3) Cong X, Henderson WA, Graf J, McGrath JM. Early Life Experience and Gut Microbiome: The Brain-Gut-Microbiota Signaling System. Advances in Neonatal Care. 2015 Oct;15(5):314–23.
4) Lima-Ojeda JM, Rupprecht R, Baghai TC. “I Am I and My Bacterial Circumstances”: Linking Gut Microbiome, Neurodevelopment, and Depression. Front Psychiatry. 2017 Aug 22;8:153.
5) Cerdó T, Ruíz A, Suárez A, Campoy C. Probiotic, Prebiotic, and Brain Development. Nutrients. 2017 Nov 14;9(11):1247.
6) Cortese R, Lu L, Yu Y, Ruden D, Claud EC. Epigenome-Microbiome crosstalk: A potential new paradigm influencing neonatal susceptibility to disease. Epigenetics. 2016 Mar 3;11(3):205–15.
7) Johnson SB, Riis JL, Noble KG. State of the Art Review: Poverty and the Developing Brain. PEDIATRICS. 2016 Apr 1;137(4):e20153075–e20153075.
8) Park S,
Bellinger DC, Adamo M, Bennett B, Choi N-K, Baltazar PI, et al. Mechanistic
Pathways From Early Gestation Through Infancy and Neurodevelopment. PEDIATRICS.
2016 Dec 1;138(6):e20161843–e20161843.

