miércoles, 26 de agosto de 2020

Neurodesarrollo y prematuridad: Importancia del microbioma

 

Diferentes factores afectan el desarrollo del microbioma intestinal, estos se pueden dividir en factores relacionados directamente con el lactante, edad gestacional, modo de parto e inmadurez intestinal, otros relacionados con la madre, infección materna, rotura prematura de membranas, microbioma placentario y otros causados ​​por el tratamiento, antibióticos de amplio espectro, inhibidores H2, ventilación mecánica, separación materno-infantil; influyendo en el resultado del microbioma al disminuir la diversidad y estabilidad, facilitando el aumento de anaerobios patológicos facultativos que disminuyen el microbioma saludable del lactante. Las modificaciones del microbioma se comportan con variación temporal con respecto a sus semanas de vida (1-6).

Durante el período posnatal la dieta influye en el desarrollo del microbioma por la disponibilidad de sustratos utilizados para la síntesis de neurotransmisores como la serotonina por el microbioma intestinal, modelando la relación entre el sistema nervioso entérico y el sistema nervioso central (7), trabajando bidireccionalmente, a través de la producción de metabolitos del microbioma; la interacción ocurre durante las diferentes fases de la vida (8). El sistema nervioso entérico (ENS) y el sistema nervioso central (SNC) interactúan a través del nervio vago por la producción de neurotransmisores y la regulación del eje suprarrenal hipotalámico-pituitario (HPA), por lo que factores de estrés externo pueden modular el microbioma intestinal mediante la estimulación del eje HPA (4, 6).

La composición del microbioma está relacionada con la vía 5-HT en el intestino y la producción posterior de serotonina en el intestino que luego absorben las células entéricas que pasan por la circulación portal y llegan al SNC originando cambios epigenéticos y en el desarrollo (9-12). Los cambios epigenéticos en el intestino pueden ser inducidos prenatalmente por agentes terapéuticos como los esteroides o por patógenos que afectan a la madre, las modificaciones del microbioma prenatal alterarían la composición intestinal y generarían diferentes cambios epigenéticos relacionados con las modificaciones del microbioma que afectan al huésped (12).

Un estado alterado de la composición del microbioma intestinal se ha relacionado con alteraciones relacionadas con la neurogénesis con maduración alterada de la microglía. Los factores posnatales que están expuestos a los prematuros modulan el microbioma y afectan el desarrollo neurológico mediante la relación del eje intestino-cerebro (13).

Los efectos adversos de la prematuridad se pueden observar desde una edad temprana y pueden abarcar los tres componentes principales del neurodesarrollo. El retraso del desarrollo tiene una relación inversa con la edad gestacional (EG), cuanto menor es el GA, mayor es el retraso, incluso en los recién nacidos prematuros tardíos el retraso del desarrollo existe, pero principalmente en la forma de retraso motor grueso. El impacto de la prematuridad en los resultados del desarrollo depende del estado de salud materna y puede estar relacionado con el ingreso a la UCIN en comparación con los recién nacidos prematuros no ingresados ​​en la UCIN, en todos los aspectos del desarrollo (14-16). Y el estado de la sustancia blanca del bebé prematuro está asociado con el resultado del desarrollo neurológico (17).


 

Referencias:

1) Gritz EC, Bhandari V. The human neonatal gut microbiome: a brief review. Frontiers in pediatrics. 2015;3:17.

2) O’Mahony SM, Stilling RM, Dinan TG, Cryan JF. The microbiome and childhood diseases: Focus on brain-gut axis. Birth Defects Research Part C: Embryo Today: Reviews. 2015;105(4):296–313.

3) Miller Jr WB. The eukaryotic Microbiome: Origins and implications for Fetal and Neonatal Life. Frontiers in Pediatrics. 2016. 4:96. doi: 10.3389/fped.2016.00096

4) Cong X, Henderson WA, Graf J, McGrath JM. Early Life Experience and Gut Microbiome: The Brain-Gut-Microbiota Signaling System. Advances in Neonatal Care. 2015 Oct;15(5):314–23.

5) Aujoulat F, Roudi?re L, Picaud J-C, Jacquot A, Filleron A, Neveu D, et al. Temporal dynamics of the very premature infant gut dominant microbiota. BMC Microbiology. (2014) 14:325. DOI 10.1186/s12866-014-0325-0

6) Cong X, Xu W, Romisher R, Poveda S, Forte S, Starkweather A, et al. Microbiome: Gut Microbiome and Infant Health: Brain-Gut-Microbiota Axis and Host Genetic Factors. The Yale Journal of Biology and Medicine. 2016;89(3):299.

7) Herrera Morban DA. Impact of feeding practices on the microbiome and posterior neuro-cognoscitive development and behaviour during the first 1000 days . Perspectives in Medical Research 2017;5(3):4-9.

8) O’Mahony SM, Clarke G, Borre YE, Dinan TG, Cryan JF. Serotonin, tryptophan metabolism and the brain-gut-microbiome axis. Behavioural brain research. 2015;277:32–48.

9) Dinan TG, Stilling RM, Stanton C, Cryan JF. Collective unconscious: how gut microbes shape human behavior. Journal of psychiatric research. 2015;63:1–9.

10) Forsythe P, Kunze W, Bienenstock J. Moody microbes or fecal phrenology: what do we know about the microbiota-gut-brain axis? BMC medicine. 2016;14(1):58.

11) Lyte M. Microbial endocrinology: host-microbiota neuroendocrine interactions influencing brain and behavior. Gut Microbes. 2014;5(3):381–9.

12) Cortese R, Lu L, Yu Y, Ruden D, Claud EC. Epigenome-Microbiome crosstalk: A potential new paradigm influencing neonatal susceptibility to disease. Epigenetics. 2016 Mar 3;11(3):205–15.

13) DiBartolomeo ME, Claud EC. The Developing Microbiome of the Preterm Infant. Clinical Therapeutics. 2016 Apr;38(4):733–9.

14) Schonhaut L, Armijo I, Pérez M. Gestational age and developmental risk in moderately and late preterm and early term infants. Pediatrics. 2015;135(4):e835–41.

15) Johnson S, Evans TA, Draper ES, Field DJ, Manktelow BN, Marlow N, et al. Neurodevelopmental outcomes following late and moderate prematurity: a population-based cohort study. Archives of Disease in Childhood-Fetal and Neonatal Edition. 2015;0:F1–F8. doi:10.1136/archdischild-2014-307684

16) Ballantyne M, Benzies KM, McDonald S, Magill-Evans J, Tough S. Risk of developmental delay: Comparison of late preterm and full term Canadian infants at age 12 months. Early Human Development. 2016;101:27–32.

17) De Brune FT, Van Wezel-Meijler G, Leijser LM, Steggerda SJ, Van Den Berg-Huysmans AA, Rijken M, et al. Tractography of white-matter tracts in very preterm infants: a 2-year follow-up study. Developmental Medicine & Child Neurology. 2013 May;55(5):427–33.

lunes, 24 de agosto de 2020

Microglía: Rol e implicaciones en los trastornos del espectro autista

 

La microglía en si estructura tiene hemicanales que la ayudan a componer panexinas con el propósito de generar uniones para intercambiar diferentes iones, neurotransmisores (glutamato), precursores de energía (glucosa) entre las diferentes células, debido a que esas propiedades se genera la actividad eléctrica de la microglía, transmisión sináptica, maduración, diferenciación y pruning, diferencian neuronal, generación de una interacción reciproca entre neuronas y microglía [1-3].  El estado de la microglía depende del microambiente, por lo cual, de la presencia de neurotransmisores, flujo de sangre regional, tipos de neuronas, y dichas características afectan el envejecimiento de la microglía de manera diferente dependiendo de la región del cerebro [4].

Las microglia se encuentran principalmente en un estado inactivo, cuando buscan en el microambiente las opciones para energía disponible, neurotransmisores, y disponibilidad de iones, cuando ocurre una disrupción de la homeostasis se activan las microglías entrando a un rol inmunológico que conlleva la liberación de citoquinas que producen un estado inflamatorio y causando la muerte neuronal [2, 5].

La activación de la microglía ha sido observada en adultos jóvenes a través de estudios PET demostrando neuroinflamacion presente como parte de la patología del TEA [6].

 

Interacciones de la Microglía: Histamina, Propionato y Otros

La histamina es una amina biogénica que ha sido observada que posee funciones en el neurodesarrollo del individuo al afectar la memoria y cognición [7]. El intestino necesita histamina para mantener su integridad, cuando no es suficiente es producida a través del microbioma intestinal a través de translocación bacteriana lo que conlleva a la producción en el torrente sanguíneo de lipopolisacárido que causan inflamación sistémica de bajo grado [8].

Las microglías pueden ser activadas por diferentes factores como el exceso de histamina y propionato originado de la disbiosis intestinal, cuando se active la microglía empieza la secreción de citoquinas como el factor de necrosis tumoral alfa, que conllevan a la producción de radicales libres que producen un estado de neuroinflamación [9, 10, 11], el exceso de histamina afecta el citoesqueleto de las microglías [10]. La activación de la microglía con el propionato intestinal durante las etapas temprana de la vida, causa interacciones con el microbioma intestinal que afectan la maduración y desarrollo, afectando la producción de este ultimo [12].


 

Referencia:

1) Slattery J, F MacFabe D, G Kahler S, E Frye R. Enteric Ecosystem Disruption in Autism Spectrum Disorder: Can the Microbiota and Macrobiota be Restored? Current Pharmaceutical Design. 2016;22(40):6107–21. DOI:10.2174/1381612822666160905123953

2) Li Q, Han Y, Dy ABC and Hagerman RJ (2017) The Gut Microbiota and Autism Spectrum Disorders. Front. Cell. Neurosci. 11:120. doi: 10.3389/fncel.2017.00120

3) Sherwin E, Sandhu KV, Dinan TG, Cryan JF. May the force be with you: the light and dark sides of the microbiota–gut–brain axis in neuropsychiatry. CNS drugs. 2016;30(11):1019–41. DOI 10.1007/s40263-016-0370-3

4) Berding K, Donovan SM. Microbiome and nutrition in autism spectrum disorder: current knowledge and research needs. Nutrition Reviews. 2016;74(12):723–36. doi: 10.1093/nutrit/nuw048

5) Strati F, Cavalieri D, Albanese D, De Felice C, Donati C, Hayek J, et al. New evidences on the altered gut microbiota in autism spectrum disorders. Microbiome. 2017;5(1):24. DOI 10.1186/s40168-017-0242-1

6) Golubeva AV, Joyce SA, Moloney G, Burokas A, Sherwin E, Arboleya S, et al. Microbiota-related Changes in Bile Acid & Tryptophan Metabolism are Associated with Gastrointestinal Dysfunction in a Mouse Model of Autism. EBioMedicine. 2017 Oct;24:166–78. doi: 10.3389/fncel.2017.00120

7) Gingrich JA, Malm H, Ansorge MS, Brown A, Sourander A, Suri D, et al. New Insights into How Serotonin Selective Reuptake Inhibitors Shape the Developing Brain. Birth defects research. 2017;109(12):924–32.

8) Anderson G, Vaillancourt C, Maes M, Reiter RJ. Breastfeeding and the gut-brain axis: is there a role for melatonin? Biomolecular Concepts. 2017 Jan 26;8(3-4). Available from: http://www.degruyter.com/view/j/bmc.2017.8.issue-3-4/bmc-2017-0009/bmc-2017-0009.xml

9) Boccuto L, Chen C-F, Pittman AR, Skinner CD, McCartney HJ, Jones K, et al. Decreased tryptophan metabolism in patients with autism spectrum disorders. Molecular autism. 2013;4(1):16.

10) Theoharides T.  On the Gut Microbiome-Brain Axis and Altruism. Clinical Therapeutics. 2015. May 37 (5).

11) Rocha S.M, Saraiva T, Cristóvão A.C, Ferreira R, Santos T, Esteves M, Saraiva C, Je G, Cortes L, Valero J, Alves G, Klibanov A, Kim Y.S and Bernardino L. Histamine induces microglia activation and dopaminergic neuronal toxicity via H1 receptor activation. Journal of Neuroinflammation. 2016; 13:137. DOI 10.1186/s12974-016-0600-0

12) Zhu J, Qu C, Lu X, Zhang S. Activation of microglia by histamine and substance P. Cellular Physiology and Biochemistry. 2014;34(3):768–80. DOI: 10.1159/000363041

sábado, 22 de agosto de 2020

Importancia de la dieta: POST MOD (SOMOS LO QUE COMEMOS)

 

La dieta es uno de los principales factores que modifica el microbiota intestinal, debido a que es un factor modificable; la ingesta de diversos alimentos puede dar origen a bacterias comensales (no crean daño), mutualistas (nos ofrecen un beneficio), patógenas (nos producen daño), y estas con las causantes de diversas enfermedades o la base de la teoría de la disbiosis intestinal y las enfermedades (1).

Estas bacterias colonizan el intestino delgado y el colon de donde obtienen sus nutrientes, dependiendo de la dieta que llevemos.

Las bacterias en el tracto intestinal crean interacciones huésped/microorganismos y microorganismo/microorganismo, donde las bacterias productoras de ácidos grasos de cadena corta generan hidrogeniones que son utilizados por otras bacterias como fuente de energía por lo cual se mantiene una adecuada simbiosis y la diversidad del microbiota intestinal que ayuda a la permanencia de salud (1).

Dichas bacterias que generan que generan ácidos grasos de cadena corta, intervienen con la modificación las sales biliares, por lo cual intervienen con el metabolismo del colesterol, además de que al modificar la composición de estas interviene con el crecimiento de otras bacterias o la inhibición de estas (2).

Dependiendo de la procedencia del origen de los alimentos ya sea animal o vegetal, además de la relación entre grasas y carbohidratos van a predominar diversas familias de microorganismos por lo cual se va a modificar la producción de metabolitos por las mismas, facilitando el predominio de bacterias patógenas y ocasionando una disbiosis intestinal (1, 2).

Debido a esto se han originado dietas con el fin de mejorar la disbiosis intestinal; en la que se recomiendan los alimentos ricos en prebióticos para facilitar el crecimiento de un microbiota adecuado, además de que se deriven las carnes de rojas a blancas para un menor contenida de grasa, junto con disminuir el contenido de grasa total de la dieta (3), ya que se ha evidenciado que las grasas saturadas de la dieta, estimulan a la producción de sales biliares de difícil degradación por las bacterias intestinales y predisponen a la sobre-colonización del intestino por bacterias patógenas (2).

También considerando que los medios de cocción afectan la biodisponibilidad de los diversos nutrientes y de las fibras de dichos alimentos; y que los alimentos fermentados son una buena fuente de probióticos (3).

El exceso de carbohidratos de la dieta estimula la sobre-colonización bacteriana a expensas de bacterias comensales debido a la alteración del pH intestinal. Las bacterias del tracto intestinal se encargan de la digestión de los productos no absorbidos, ahora cuando hay una sobre-colonización de estas; estas aumentan el transporte de glucosa del intestino a la sangre aumentando sus niveles y la resistencia posterior a la insulina, esto estimula el almacén energético (4).

El exceso de carbohidratos estimula la producción de lípidos y produce un estado inflamatorio a expensa de producción de citoquinas inflamatorias intestinales, que predisponen a enfermedades como la Diabetes Mellitus (5).  Por lo cual se considera el componente dietético un importante factor con la prevención de enfermedades posteriores en la adultez (6).

El aumento de las bacterias comensales produce cambios en la regulación del sistema neuroenterico, modificando la contractibilidad y saciedad esto se debe a producción por los carbohidratos no digeridos en otros compuestos, pudiendo disminuir el grado de saciedad de la persona (7).

Dicho efecto se debe principalmente en los carbohidratos simples, que no son fermentados ni producen efectos beneficiosos en el microbioma intestinal, por lo cual se recomienda su limitación en la dieta, además de las características que poseen con respecto a índice glucémico entre otras.

La dieta rica en grasa tiende a generar una disbiosis intestinal, que facilita el crecimiento de bacterias patógenas en el intestino y la producción de mediadores de la inflamación. Estos migran en el torrente sanguíneo y producen un leve grado de endotoxemia (8).

La disbiosis causada por la dieta rica en grasa se debe a la modulación de las bacterias intestinales por el aumento de la producción de sales biliares que barren con ciertas bacterias y facilitan el crecimiento de las patógenas (9).

Al suceder el cambio en el microbioma intestinal se afecta la obtención de nutrientes y la producción de nuevos compuestos; debido a la generación de un estrés oxidativo local que permite la producción de radicales libres que las bacterias patógenas pueden utilizar a su vez como fuente de energía para subsistir (9).


Fibras y carbohidrato complejo

Por lo cual se recomienda la ingesta de fibras y carbohidratos complejos (8-10)

1- Por que favorecen la producción de butirato y estimulan la saciedad del individuo,

2- estimulan el predominio de un microbiota que puede extraer mayor cantidad de energía de los alimentos de origen vegetal.

3- no estimula la producción de sales biliares por lo que no hay un cambio en el microbioma del individuo, debido a la aparición de nuevas bacterias que puedan sean más resistentes a dichas sustancias pero que son nocivas al organismo,

4- no se produce la endotoxemia secundaria a la disbiosis intestinal.

5- La síntesis de vitaminas como la K, biotina, B 12, tiamina, acido fólico, etc.

6- En el metabolismo de las sales biliares secundarias.

7-En la eliminación de toxinas debido a la producción de acetato.

8- Degradación de compuestos de los granos de los cereales liberando consigo calcio, magnesio y fosforo para ser utilizados por el organismo.

9- Síntesis de ácidos grasos de cadena corta y estimulación de la síntesis de moco de la pared intestinal

Las fibras intervienen con la salud y el microbiota intestinal debido a que aumenta la masa fecal y con la presencia de fibras solubles en agua la eliminación de compuestos tóxicos generados por las bacterias al afectar el tránsito intestinal, junto con las proteínas sirven como sustratos para síntesis de los ácidos grasos de cadena corta por las diversas bacterias; estos sirven como neurotransmisores posteriormente, de esta forma disminuye el riesgo de cáncer colorectal (10).

Las fibras debido a la fermentación bacteriana aumentan la masa del microbiota (10), lo que aumenta y garantiza el efecto de las diversas bacterias en el intestino al existir una mayor abundancia (11).

A mayor ingesta de vegetales aumenta más el número de bacterias de un mismo grupo con el fin de obtener de mayor manera los nutrientes y hacienda que predomine un enterogrupo de las mismas, generando un intestino más saludable (12).

 

Frutas y vegetales

Cada fruta y vegetal posee un microbioma específico para la misma, el cual es generado durante su crecimiento por la interacción de las diferentes bacterias del lugar; el contenido de las bacterias que componen ese microbioma es afectado cuando lavamos las frutas y vegetales con el fin de eliminar los patobiontes presentes en las mismas para poder ingerir los alimentos y evitar efectos deletéreos en nuestra salud (13).

Aunque con el lavado de las frutas y vegetales no todas las bacterias son eliminadas y unas que otras son ingeridas por nosotros (13), dichas bacterias que son ingeridas atraviesan el tracto gastrointestinal siendo expuestas al pH acido del estómago y diversas enzimas, las que sobreviven pasan al intestino delgado encontrando un pH más favorable pero mayor cantidad de enzimas que las pueden eliminar y si sobreviven llegarían al colon, donde se genera una interacción entre las bacterias nuevas y las bacterias comensales que componen el microbioma del individuo (14).

Para la sobrevivencia de las bacterias nuevas estas recurren a interactuar con el intestino directamente para poder asentar su colonia o interactuar de manera directa o indirecta con las diversas colonias del microbioma para desplazar o unirse a las que existen (14).

Este cambio en el microbioma ocurrido por la ingesta de las bacterias nuevas del microbioma de las frutas y vegetales, dependiendo de quienes han sido ingeridas producen cambios transitorios en el microbioma del individuo en el cual dichas bacterias no sobrepasan los 7 días en el huésped (lo cual puede explicar la corta duración de las intoxicaciones alimentarias), o si es afectado el microbioma variable se puede generar un cambio mayor si existe persistencia a la exposición (14).

Sin embargo, los cambios generados por las frutas y vegetales en el microbioma intestinal, además de depender del microbioma de estas ya sea obtenido durante su generación, o en caso de alimentos preservados introducidos por tecnología, dependen del contenido de fibra de estas y los efectos de estas en el huésped.

Dichos efectos en el huésped generados por las frutas y vegetales también están muy relacionados con el sexo del individuo, puesto que se ha visto que la carga estrogenica de la mujer influye en su microbioma intestinal y por ende la permanencia o no de diversas colonias; además del peso del individuo, y esta nueva variable también afectando más el microbioma en las mujeres debido a la carga estrogenica que poseen (15).

 

Referencias:

1) Peterson CT, Sharma V, Elmén L, Peterson SN. Immune Homeostasis, Dysbiosis and Therapeutic Modulation of the Gut Microbiota. Clinical & Experimental Immunology. 2014 Oct;n/a–n/a.

2) Perrigoue J, Anuk Das A, Mora JR. Interplay of Nutrients and Microbial Metabolites in Intestinal Immune Homeostasis: Distinct and Common Mechanisms of Immune Regulation in the Small Bowel and Colon. Nestlé Nutr Inst Workshop Ser, vol 79, pp 57–71, DOI: 10.1159/000360685

3) Olendzki BC, Silverstein TD, Persuitte GM, Ma Y, Baldwin KR, Cave D. An anti-inflammatory diet as treatment for inflammatory bowel disease: a case series report. Nutrition journal. 2014;13(1):5. http://www.nutritionj.com/content/13/1/5

4) Annalisa N, Alessio T, Claudette TD, Erald V, Antonino DL, Nicola DD. Gut Microbioma Population: An Indicator Really Sensible to Any Change in Age, Diet, Metabolic Syndrome, and Life-Style. Mediators of Inflammation. 2014;2014:1–11. http://dx.doi.org/10.1155/2014/901308

5) Zhang Y, Guo X, Guo J, He Q, Li H, Song Y, et al. Lactobacillus casei reduces susceptibility to type 2 diabetes via microbiota-mediated body chloride ion influx. Scientific Reports Sci. Rep. 4, 5654; DOI:10.1038/srep05654 (2014).

6) Elenberg Y, Shaoul R. The Role of Infant Nutrition in the Prevention of Future Disease. Front.Pediatr. 2:73. doi: 10.3389/fped.2014.00073

7) Hyland NP, Quigley EMM, Brint E. Microbiota-host interactions in irritable bowel syndrome: Epithelial barrier, immune regulation and brain-gut interactions. World J Gastroenterol 2014; 20(27): 8859-8866 Available from: URL: http://www.wjgnet.com/1007-9327/full/v20/i27/8859.htm DOI: http://dx.doi.org/10.3748/wjg.v20.i27.8859

8) Festi D, Schiumerini R, Eusebi LH, Marasco G, Taddia M, Colecchia A. Gut microbiota and metabolic syndrome. World J Gastroenterol 2014 November 21; 20(43): 16079-16094; DOI: 10.3748/wjg.v20.i43.16079

9) Ha CW. Mechanistic links between gut microbial community dynamics, microbial functions and metabolic health. World Journal of Gastroenterology. 2014;20(44):16498. DOI: 10.3748/wjg.v20.i44.16498

10) Conlon M, Bird A. The Impact of Diet and Lifestyle on Gut Microbiota and Human Health. Nutrients. 2014 Dec 24;7(1):17–44, doi:10.3390/nu7010017

11) Hansen AK, Friis Hansen CH, Krych L, Nielsen DS. Impact of the gut microbiota on rodent models of human disease. World J Gastroenterol 2014; 20(47): 17727-17736, DOI: http://dx.doi.org/10.3748/wjg.v20.i47.17727

12) Voreades N, Kozil A, Weir TL. Diet and the development of the human intestinal microbiome. Frontiers in Microbiology . 5 (494): 1-9. 2014. Available from:http://journal.frontiersin.org/journal/10.3389/fmicb.2014.00494/full

13) Berg G, Erlacher A, Smalla K, Krause R. Vegetable microbiomes: is there a connection among opportunistic infections, human health and our “gut feeling”?: Vegetable microbiomes. Microbial Biotechnology. 2014 

14) Derrien M, van Hylckama Vlieg JET. Fate, activity, and impact of ingested bacteria within the human gut microbiota. Trends in Microbiology [Internet]. 2015 Apr [cited 2015 May 8]; Available from: http://linkinghub.elsevier.com/retrieve/pii/S0966842X15000566

15) Dominianni C, Sinha R, Goedert JJ, Pei Z, Yang L, Hayes RB, et al. Sex, Body Mass Index, and Dietary Fiber Intake Influence the Human Gut Microbiome. Wilson BA, editor. PLOS ONE. 2015 Apr 15;10(4):e0124599.

 

jueves, 20 de agosto de 2020

Etica en la prematuridad

Según la Encuesta Demográfica y de Salud (ENDESA, 2013) la mortalidad neonatal en la República Dominicana se mantiene en 21 por cada 1000 nacidos vivos con una escasa disminución de casos comparada con el 1991 que se encontraba en 24 por cada 1000 nacidos vivos. La Organización Mundial de la Salud (2015) reporta que la principal causa de mortalidad en el periodo neonatal es debido a la prematuridad, que representa el 16% de las causas de mortalidad en los primeros 5 años de vida. Sin embargo, varios informes claves para el país como el “perfil de salud”, el reporte de los Objetivos de Desarrollo del Milenio 4 de República Dominicana del 2011, ni en ENDESA 2013 mencionan la mortalidad asociada a prematuridad. En los reportes de la Oficina Nacional de Estadística se utiliza el termino de bajo peso que puede englobar tantos a preterminos como a término.

 

Se considera un recién nacido pretermino aquel que nace previo a las 37 semanas de edad gestacional. Nacer de manera prematura impacta de manera negativa la viabilidad del recién nacido incrementando la morbi-mortalidad. Se considera que un recién nacido es viable cuando sobrepasa las 24 semanas de edad gestacional. En este momento, la sobrevida a las 24 semanas es de un 39%, aumenta a 50% a las 25 semanas y, es de un 80% a las 26 semanas. Cabe destacar que estos datos de sobrevida provienen de países desarrollados donde las unidades de cuidados intensivos neonatales poseen los insumos necesarios para cualquier tipo de abordaje terapéutico; mientras que en los centros de salud públicos de la República Dominicana se carece de dichos insumos y son responsables de más del 50% de los partos nacionales. De manera que este dato acerca de la probabilidad de sobrevida de prematuros es desconocida en nuestro contexto y se puede asumir con cierto grado de confianza que es menor que aquella reportada en países más desarrollados.

 

En países como la República Dominicana donde la mayor mortalidad en pediatría sucede en el período neonatal y carecemos de información sobre el impacto de la prematuridad en la misma, es pertinente fomentar los estudios de investigación en dicha población afectada. La cuestión es que nos vemos ante dudas éticas sobre cómo abordar este tema en el caso de investigaciones clínicas, donde se involucra a una población infantil vulnerable y si se amplía este concepto de vulnerabilidad toca a los padres y madres que generalmente asisten al sector público y que se encuentra ante carencias básicas de salud, en todo el sentido de la palabra, se ve dificultado por el período de reclutamiento consiste en las primeras horas de vida con una ventana corta para alcanzar la muestra deseada.

 

A diferencia de otro tipo de estudios en el cual se posee un mayor tiempo para informar a los parientes y que estos puedan aceptar de manera libre y voluntaria la participación de su prole en investigaciones, este tipo de estudios clínicos que a la vez son escasamente realizados en nuestro contexto, nos preguntamos, ¿qué tan ético son los ensayos clínicos en pacientes con una sobrevida deprimida por una condición determinada con el objetivo de disminuir la mortalidad?, ¿qué tan ético es trabajar con una población que su sobrevida según edad esta medida con análisis de países con mejor distribución de los insumos que el nuestro y carecemos de los datos locales para informar a los padres la correcta realidad?

 

Dominic Wilkinson en el capitulo 4 del libro Cuando los doctores y padres se encuentran en desacuerdo: ética, pediatría y la zona de discreción paternal, nos hace referencia a la zona gris del tratamiento en neonatología, consistiendo en un grupo de casos de características diferentes en la cual la viabilidad de los mismos debe ser evaluado de manera individual antes de ofertar la terapéutica, aunado con los resultados posibles de cada caso; en esta zona se encuentran una gran parte de los casos donde existe mayor morbi-mortalidad por lo que el abordaje a tomar va de la mano con la aceptación de los padres.  Debido a que esta zona representa un gran impacto en la morbi-mortalidad del periodo neonatal, es que radica la pregunta de Jhonathan Davis et al en el articulo publicado en Clinical Therapeutics con el titulo reclutamiento de un neonato en mas de un ensayo clínico, en cuales son las características de cada ensayo clínico a tomar en consideración para reclutar a un neonato en mas de un ensayo clínico, cuales deberían ser las condiciones a considerar para generar los resultados con mas veracidad para poder ser aplicados en dicho grupo vulnerable. Por lo que aun evaluando dicho paciente a ser reclutado debemos considerar si las características propias del mismo al encontrar en dicha zona van a generarnos el resultado deseado, que tan replicables son sus características y el impacto de dichas en los resultados del estudio.

 

Descrito en el articulo con el titulo el concepto de la vulnerabilidad en ética de la investigación: análisis a profundidad de políticas y guías escrito por Dearbhail Bracken-Roche et al publicado en políticas y sistemas de investigación en salud se considera grupo vulnerable a todo el cual el individuo carece de las habilidades para tomar las decisiones adecuadas en torno a su salud, considerando también en como el acceso a salud puede crear grupos vulnerables en una población que usualmente no seria y extendiendo la vulnerabilidad a que esta puede ser dependiente del contexto; haciendo a la población pediátrica parte del grupo vulnerable pero creando los conflictos en torno a la vulnerabilidad contexto-dependiente en torno a los neonatos en la que debido a su contexto la voluntad o actitud normal de los padres es modificada, por lo cual siempre debe ser pertinente antes de la fase de reclutamiento de dicha población que tan ético es el estudio, principalmente en regiones como la nuestra donde el acceso a la salud es limitado según el estrato social y por ende la calidad de la misma en torno a avances tecnológicos que influyen en el desenlace del evento.

 

Así que los aspectos éticos que contemplan dicha población en nuestra región esta afectado por la carencia de normas regulatorias en investigación en general, como también por la creación de grupos vulnerables o aumento de la vulnerabilidad de ciertos grupos por la limitación en el acceso adecuado a los servicios de salud óptimos.  Siendo pertinente ampliar la pregunta que tan ético es un estudio en neonatos en países como nosotros donde la definición de grupo vulnerable expuesta por Bracken-Roche et al es aplicable en nosotros en múltiples contextos.

 

Según la OMS y UNICEF en el reporte de “todos los niños y niñas cuentan, estado mundial en cifras para el 2014”, la calidad de nuestros informes nos confirió 3 de 5 en calidad con respecto a los datos obtenidos para dicho análisis, enfatizando la necesidad de generar estudios epidemiológicos para conocer nuestro estado basal con respecto al tema.

 

El objetivo del milenio 3.2 consiste en la disminución de la mortalidad durante el periodo neonatal se disminuya a 12 por cada 1000 recién nacidos en todo país, una de las bases de dicho objetivo consiste en la capacitación de todo personal que este encargado de atender neonatos; sin embargo, la obtención de información para capacitar a dicho personal también depende de la generación de un conocimiento adecuado que se obtiene por las investigaciones clínicas.

 

Ocupando la mortalidad infantil uno de los primeros lugares en la agenda de salud del Ministerio de Salud de la República Dominicana, y siendo la mortalidad neonatal el período donde la mortalidad se ha mantenido relativamente estable en las últimas décadas, se requiere priorizar estudios con base epidemiológica y para pasar a estudios clínicos diseñados con la finalidad de aumentar la sobrevida de la población afectada. Esto debe pasar por la mejora de los factores estructurales que impiden una atención de calidad en todos los niveles de atención en salud.

martes, 18 de agosto de 2020

Impacto de las hemoglobinopatías en el desarrollo de la teoría de la mente

La anemia falciforme es un conjunto de hemoglobinopatías en la que se deforma el eritrocito cuando la presión de oxigeno disminuye lo que conduce a crisis vaso-oclusivas, que pueden generar evento cerebrovasculares. Dicha patología esta asociada con discapacidad cognitiva, lenguaje o social, siendo asociada la misma tanto a complicaciones de la enfermedad como  características sociodemográficas de los cuidadores que influyen en búsqueda de servicios, como son nivel socioeconómico y escolaridad [1, 2]; la anemia falciforme puede conllevar a discapacidad cognitiva debida a la hipoxia constante que el individuo se expone por la anemia causando lesiones crónicas que afectan el desarrollo neuronal [3] o en casos mas severos cuando suceden los infartos o eventos cerebrovasculares donde la discapacidad es mas evidente [4].

La teoría de la mente es la habilidad de inferir la intención o creencia de otros [5], el desarrollo de la misma depende de un complejo sistema neuronal en el sistema nervioso central  [6] y puede verse afectado por agresiones al mismo [5], el adecuado desarrollo de la teoría de la mente es requerido para la comunicación durante todas las fases del neurodesarrollo [7].

Referencias:
1) Yarboi J, Compas BE, Brody GH, White D, Rees Patterson J, Ziara K, et al. Association of social-environmental factors with cognitive function in children with sickle cell disease. Child Neuropsychology. 2017 Apr 3;23(3):343–60.

2) King AA, Strouse JJ, Rodeghier MJ, Compas BE, Casella JF, McKinstry RC, et al. Parent education and biologic factors influence on cognition in sickle cell anemia: Parent education and biologic factors influence on cognition in sickle cell anemia. American Journal of Hematology. 2014 Feb;89(2):162–7.

3) Kirkham F, Datta A. Hypoxic adaptation during development: relation to pattern of neurological presentation and cognitive disability. Dev Sci. 2006 July ; 9(4): 411–427.

4) Nunes S, Argollo N, Mota M, Vieira C, Sena EP de. Comprehensive neuropsychological evaluation of children and adolescents with sickle cell anemia: a hospital-based sample. Revista Brasileira de Hematologia e Hemoterapia. 2017 Jan;39(1):32–9.

5) Bivona U, Formisano R, Mastrilli L, Zabberoni S, Caltagirone C, Costa A. Theory of Mind after Severe Acquired Brain Injury: Clues for Interpretation. BioMed Research International. 2018 Jul 5;2018:1–12.

6) Koster-Hale J, Saxe R. Theory of Mind: A Neural Prediction Problem. Neuron 2013. 79: 836-48

7) Sidera F, Perpiñà G, Serrano J, Rostan C. Why Is Theory of Mind Important for Referential Communication? Current Psychology. 2018 Mar;37(1):82–97.

sábado, 15 de agosto de 2020

Entorno Familiar y Neurodesarrollo

El neurodesarrollo es un proceso dinámico y adaptativo organizado genéticamente, donde las redes neuronales sufren diversos cambios dependiendo de los estímulos del medio ambiente a los cuales el infante se encuentra expuesto lo que conlleva a cambios en la estructura neuronal con ulterior impacto en el desarrollo cognitivo [1-3].

Cuidado Infantil y Medio Ambiente

El cuidado infantil de calidad se garantiza al generar un ambiente que ofrezca las interacciones sociales adecuadas para el infante desarrollarse, con un lugar para el desarrollo de las habilidades necesarias a través de la estimulación que impacten de manera positiva en el neurodesarrollo, aunado el apoyo y cuidado paterno en el hogar necesario para generar un ambiente positivo; disminuir el impacto de estresores ambientales al inducir cambios epigeneticos que modifican la función cerebral con repercuciones negativas en el neurodesarrollo [4-9].

El estatus socio-económico bajo afecta el neurodesarrollo de distintas formas, como son: -limitando el acceso a recursos que permiten la estimulación adecuada para el infante; -incrementando el riesgo a exponerse a eventos/experiencias negativas relacionadas con el entorno donde viven, como pueden ser el desorden o inestabilidad familiar; estos eventos negativos en la vida generan un disregulacion biológica similar a un estado inmune inflamatoria que conlleva a cambios epigeneticos en el neurodesarrollo de manera negativa, también crea el efecto de apagado, que disminuye la percepción de estímulos nocivos del entorno e incluye los estímulos adecuados, afectando los eje social y del lenguaje [1, 5, 10, 11, 12, 13, 14], estos señales de retroalimentación intervienen con la maduración y polarización neuronal adecuada para el neurodesarrollo [3]; por lo cual están relacionadas con el desarrollo de trastornos mentales en el adulto [15]. Además de influir en la tomas de decisiones adecuadas en torno a la salud del infante que conlleva a un aumento el riesgo de padecer enfermedades que causan los efectos posteriores: -limitación en la disponibilidad de micronutrientes, aislamiento funcional secundario a la enfermedad que guarda relación con el numero de días de enfermedad, -inflamación que afecta el neurodesarrollo; este conjunto de características puede afectar de manera global o individual cada uno de los ejes del neurodesarrollo (cognitivo, motor, lenguaje) [11, 12, 14].

El ambiente donde habita el infante puede estar influido por el estatus socio-económico de los padres pero también por la zona geográfica donde este habite; las regiones urbanas tienden a poseer un mayor nivel de contaminación ejerciendo un efecto deletéreo en la salud del infante e impactando de manera negativa el neurodesarrollo; aunado a una disminución de las zonas verdes, las cuales su proximidad al hogar a temprana edad ha sido relacionado con un mejor neurodesarrollo y factor protector para las enfermedades mentales [16].

Las guarderías con servicios de calidad podrían compensar los estresores del hogar y la falta de estimulo para disminuir la carga negativa del entorno familiar con un efecto dependiente del tiempo y de la calidad del centro mejorando las habilidades cognitivas del infante de manera progresiva [14, 17, 18].

Los cuidadores (padre, madre o tutor)

El cuidado infantil depende del estado, cualidades e interacción de los cuidadores; por lo que la salud mental del cuidador (padre, madre o tutor) se encuentra relacionada con la calidad del cuidado, aumentando la probabilidad de retraso social, cognitivo o motor del infante cuando esta no esta en optimas condiciones [10, 19]. La salud mental de la madre y su capacidad de controlar las emociones influye en el grado de respuesta que presentara ante la necesidades y/o expresiones del infante, ya sea ante la risa o el llanto; disminuyendo su respuesta ante el poniéndolo en riesgo y afectando el apego infante con la madre, siendo una de las primeras interacciones sociales humanas [20]. Además el infante es mas propenso a copiar y adoptar los comportamientos negativos a los que es expuesto durante su desarrollo que a los positivos influyendo deletéreamente en su comportamiento [21]; esta interacción entre los padres y el infante va evolucionando a través del tiempo, y es influida por las concepciones propias de los padres con respecto a la crianza del hijo, donde el grado de respuesta ante el comportamiento del infante pueden crear un estimulo negativo conllevando a un circulo entre el comportamiento del infante y la respuesta materna/paterna que influye deletéreamente en la relación entre ambos y el neurodesarrollo [22].

Siendo necesario la integración del padre en las actividades del cuidado infantil para garantizar un adecuado neurodesarrollo durante la vida, debido a que la interacción del mismo influye en los estresores ambientales como la ansiedad y estrés materno crean un impacto negativo en el infante [23]; la relación padre - infante durante la conversación conlleva al uso de un lenguaje diferente entre ellos a como sucede entre la madre y el infante, secundario a las diferencias del apego parenteral, características socio-culturales, afectando el desarrollo del lenguaje ya sea de manera positiva o negativa [24]. Otro factor que puede jugar un efecto en el neurodesarrollo del infante es el coeficiente intelectual de la madre, el cual se ha visto guarda relación directa con el desenlace esperado [1].

Conclusión

Las diversas variables que influyen en el neurodesarrollo de un infante, desde el punto de vista del entorno familiar es de suma importancia debido a los diferentes puntos que tenemos que tomar en consideración desde una correcta selección de zona geográfica del hogar no solo en accesibilidad de servicios sino en garantía de zonas verdes; la estabilidad de las rutinas familiares y la interacción entre cada uno de sus miembros, aunado a que cada uno desempeñe un rol activo en la crianza del infante son variables que no siempre se analizan en todo momento.

Referencias

1) Park S, Bellinger DC, Adamo M, Bennett B, Choi NK, Baltazar PI et al. Pathways From Early Gestation Through Infancy and Neurodevelopment. Pediatrics 2016;138; DOI: 10.1542/peds.2016-1843

2) Chai LR, Khambhati AN, Ciric R, Moore TM, Gur RC, Gur RE, et al. Evolution of brain network dynamics in neurodevelopment. Network Neuroscience. 2017 Feb;1(1):14–30. DOI: http://doi.org/10.1162/netn_a_00001

3) Takano T, Funahashi Y, Kaibuchi K. Neuronal Polarity: Positive and Negative Feedback Signals. Frontiers in Cell and Developmental Biology. 2019 Apr 24;7. Available from: https://www.frontiersin.org/article/10.3389/fcell.2019.00069/full

4) Stiles J, Jernigan TL. The Basics of Brain Development. Neuropsychology Review. 2010 Dec;20(4):327–48. DOI 10.1007/s11065-010-9148-4

5) Johnson SB, Riis JL, Noble KG. State of the Art Review: Poverty and the Developing Brain. PEDIATRICS. 2016 Apr 1;137(4):e20153075–e20153075. DOI: 10.1542/peds.2015-3075

6) Bhutta ZA, Guerrant RL, Nelson CA. Neurodevelopment, Nutrition, and Inflammation: The Evolving Global Child Health Landscape. Pediatrics. 2017 Apr;139(Supplement 1):S12–22. DOI: 10.1542/peds.2016-2828D

7) Ruzek E, Burchinal M, Farkas G, Duncan GJ. The quality of toddler child care and cognitive skills at 24 months: Propensity score analysis results from the ECLS-B. Early Child Res Q. 2014 Jan;29(1):12–21. doi:10.1016/j.ecresq.2013.09.002

8) Charach A, Bélanger SA, McLennan JD, Nixon MK. Screening for disruptive behaviour problems in preschool children in primary health care settings. Paediatrics & Child Health. 2017 Nov 27;22(8):478–84. doi: 10.1093/pch/pxx128

9) Ponti M, Bélanger S, Grimes R, Heard J, Johnson M, Moreau E, et al. with Canadian Paediatric Society, Digital Health Task Force, Ottawa, Ontario. Screen time and young children: Promoting health and development in a digital world. Paediatrics & Child Health. 2017 Nov 27;22(8):461–8. doi: 10.1093/pch/pxx123

10) Cariaga-Martínez A, Gutiérrez K, Alelú-Paz R. The Vast Complexity of the Epigenetic Landscape during Neurodevelopment: An Open Frame to Understanding Brain Function. International Journal of Molecular Sciences. 2018 May 1;19(5):1333.

11) Yentur Doni N, Yildiz Zeyrek F, Simsek Z, Gurses G, Sahin I. Risk Factors and Relationship Between Intestinal Parasites and the Growth Retardation and Psychomotor Development Delays of Children in Şanlıurfa, Turkey. Turkiye Parazitol Derg. 2016 Jan 26;39(4):270–6. DOI: 10.5152/tpd.2015.3620

12) Kvestad I, Taneja S, Hysing M, Kumar T, Bhandari N, Strand TA. Diarrhea, Stimulation and Growth Predict Neurodevelopment in Young North Indian Children. van Wouwe J, editor. PLOS ONE. 2015 Mar 31;10(3):e0121743. DOI:10.1371/journal.pone.0121743

13) Logan AC. Dysbiotic drift: mental health, environmental grey space, and microbiota. J Physiol Anthropol. 2015 Dec;34(1). https://doi.org/10.1186/s40101-015-0061-7

14) Berry D, Blair C, Willoughby M, Garrett-Peters P, Vernon-Feagans L, Mills-Koonce WR. Household chaos and children’s cognitive and socio-emotional development in early childhood: Does childcare play a buffering role? Early Childhood Research Quarterly. 2016;34:115–27.

15) Frankenhuis WE, Nettle D, McNamara JM. Echoes of Early Life: Recent Insights From Mathematical Modeling. Child Development. 2018 Jun 26. DOI: 10.1111/cdev.13108

16) Liao J, Zhang B, Xia W, Cao Z, Zhang Y, Liang S, et al. Residential exposure to green space and early childhood neurodevelopment. Environment International. 2019 Jul;128:70–6.

17) Dagvadorj A, Ganbaatar D, O. Balogun O, Yonemoto N, Bavuusuren B, Takehara K, et al. Maternal socio-demographic and psychological predictors for risk of developmental delays among young children in Mongolia. BMC Pediatr. 2018; 18: 68.

18) Ruzek E, Burchinal M, Farkas G, Duncan GJ. The quality of toddler child care and cognitive skills at 24 months: Propensity score analysis results from the ECLS-B. Early Childhood Research Quarterly. 2014 Jan;29(1):12–21.

19) Zhang S, Dang R, Yang N, Bai Y, Wang L, Abbey C, et al. Effect of Caregiver’s Mental Health on Early Childhood Development across Different Rural Communities in China. International Journal of Environmental Research and Public Health. 2018 Oct 23;15(11):2341.

20) Ding F, Zhang D, Cheng G. The Effect of Secure Attachment State and Infant Facial Expressions on Childless Adults’ Parental Motivation. Frontiers in Psychology. 2016 ;7. Available from: http://journal.frontiersin.org/Article/10.3389/fpsyg.2016.01237/abstract

21) Oliver BR, Trzaskowski M, Plomin R. Genetics of parenting: The power of the dark side. Developmental Psychology. 2014 Apr;50(4):1233–40.

22) Kochanska G, Boldt LJ, Goffin KC. Early Relational Experience: A Foundation for the Unfolding Dynamics of Parent-Child Socialization. Child Development Perspectives. 2019 Mar;13(1):41–7.

23) Kim M, Kang S-K, Yee B, Shim S-Y, Chung M. Paternal involvement and early infant neurodevelopment: the mediation role of maternal parenting stress. BMC Pediatrics. 2016 Dec;16(1). DOI 10.1186/s12887-016-0747-y

24) Teufl L, Deichmann F, Supper B, Ahnert L. How fathers’ attachment security and education contribute to early child language skills above and beyond mothers: parent-child conversation under scrutiny. Attachment & Human Development. 2019 Mar 21;1–14.

viernes, 14 de agosto de 2020

Importancia de la dieta para el neurodesarrollo y el microbioma en los primeros meses de vida

 

Duramos 9 meses en a barriga de nuestras madres en un medio acuoso “estéril” aislado de la sociedad pero en contacto intimo con nuestra madre; la estadia en este hogar finaliza con la expulsion ya sea fisiológica/normal (parto vaginal) o fisiológica/alterna  que denominaremos cesárea; en este suceso somos expuestos al mundo. Modificamos nuestra dieta y las bacterias que posteriormente van a dar origen a nuestro microbioma intestinal, y dependiendo de la forma que abordamos el mundo nuestro microbioma diferirá (1).

 

Sin embargo, dependiendo de nuestros padres, aun con la alimentación vamos a tener un microbioma distinto a las demás personas (1), esas bacterias que colonizan nuestro intestino están en constante exposición a estímulos externos que pueden alterar su composición (2), entre estos factores de los mas importante se encuentran los alimentos que ingerimos, en el cual interviene el contenido de nutrimentos de los alimentos que ingerimos, como el exceso de carbohidratos que se asocia a una sobrecolonizacion en el colon de bacterias, que no son útiles o efectos posteriores no benéficos como el aumento de la producción de ácidos grasos cortos por tales bacterias que estimulan la lipogenesis y por ende la obesidad; el efecto beneficioso de las fibras con el fin de promover ciertas familias de bacterias en nuestro microbioma intestinal (3).

 

La introducción de alimentos solidos en la dieta generarcambios en el microbioma intestinal y dependiendo del origen de esos alimentos predominan las familias de las bacterias; cuando inician los alimentos solidos de origen vegetal aumenta el predominio de la Prevotella con el fin de digerir los polisacáridos no digeribles de las plantas mientras que las nueces y legumbres estimula el aumento de la familia de los Bacteroides (4).

 

Cada vegetal que ingerimos tiene un microbioma en especifico, en este se pueden evidenciar bacterias pertenecientes a los bacteroidetes y firmicutes; además de otras bacterias patógenas que aun con las medidas de higiene adecuada por las características del vegetal no son eliminadas y entran al tracto gastrointestinal donde pueden o no formar parte de nuestro microbioma (5).

 

Estas bacterias luego deben generar una simbiosis entre ellas para poder obtener de manera mas eficiente sus productos y por ende subsistir de una mejor forma (6). Por la cual el microbioma depende de la diversidad en la composición de sus integrantes con el fin de los efectos en salud posteriores.

 

Podemos considerar como establece Darwin que la especie más apta es la que sobrevive a los factores externos o del medioambiente.  Así que las características de la dieta del individuo y por ende de la oferta de los nutrientes de la misma favorece el predominio de ciertas bacterias sobre otras, lo que en los infantes desde su nacimiento influyen con el desarrollo del sistema nervioso entérico y de las células gliales de la lamina propia influyendo en el comportamiento del tracto gastrointestinal del individuo y por ende en la función del mismo (7-10).

 

Pero no solo factores externos del tipo de la alimentación influyen en el microbioma, sino el habitad o las características del habitad en que vivimos intervienen en el desarrollo del mismo y la selección de dichas bacterias para que se mantenga la mas apta (11). También otros factores como las enfermedades entéricas ya se por parásitos o bacterias obtenidas por los alimentos contaminados, o bacterias obtenidas por aguas contaminadas, que no necesariamente conllevan a un cuadro clínico importante inmediato pero si a la disrupción del microbioma (12).

 

Este microbioma después se encarga de funcionar como un sistema neuroendocrino e interviene en nuestro comportamiento (13), y busca las maneras de mantenerse en un estado de equilibrio por lo cual nuestros gustos varían y se mantienen con el fin de conservar las bacterias de dicho microbioma presente.

 

Dicho sistema nervioso entérico del individuo junto con el mircobioma intestinal del infante en el desarrollo intervienen en el comportamiento/temperamento del individuo en cuestión (10, 14, 15), lo cual en las fases iniciales de la vida del infante influyen con la adquisición de las habilidades cognitivas del mismo (10).

 

Referencias

1) Schloss et al.: The dynamics of a family’s gut microbiota reveal variations on a theme. Microbiome 2014 2:25. doi:10.1186/2049-2618-2-25

 

2) Dheilly NM. Holobiont–Holobiont Interactions: Redefining Host–Parasite Interactions. Rall GF, editor. PLoS Pathogens. 2014 Jul 3;10(7):e1004093.  doi:10.1371/journal.ppat.1004093

 

3) Annalisa N, Alessio T, Claudette TD, Erald V, Antonino DL, Nicola DD. Gut Microbioma Population: An Indicator Really Sensible to Any Change in Age, Diet, Metabolic Syndrome, and Life-Style. Mediators of Inflammation. 2014;2014:1–11. http://dx.doi.org/10.1155/2014/901308

 

4) Voreades N, Kozil A, Weir TL. Diet and the development of the human intestinal microbiome. Frontiers in Microbiology . 5 (494): 1-9. 2014. Available from: http://journal.frontiersin.org/journal/10.3389/fmicb.2014.00494/full

 

5) Berg G, Erlacher A, Smalla K, Krause R. Vegetable microbiomes: is there a connection among opportunistic infections, human health and our “gut feeling”?: Vegetable microbiomes. Microbial Biotechnology. 2014 

 

6) Zhang X, Reed JL (2014) Adaptive Evolution of Synthetic Cooperating Communities Improves Growth Performance. PLoS ONE 9(10): e108297. doi:10. 1371/journal.pone.0108297

 

7) Douglas-Escobar M, Elliott E, Neu J. Effect of Intestinal Microbial Ecology on the Developing Brain. JAMA Pediatrics. 2013 Apr 1;167(4):374. doi:10.1001/jamapediatrics.2013.497

 

8) Kabouridis PS, Lasrado R, McCallum S, Chng SH, Snippert HJ, Clevers H, et al. Microbiota Controls the Homeostasis of Glial Cells in the Gut Lamina Propria. Neuron. 2015 Jan;85(2):289–95. http://dx.doi.org/10.1016/j.neuron.2014.12.037

 

9) Xu Q, Heanue T, Pachnis V. Travelling within the fetal gut: simple rules for an arduous journey. BMC Biology. 2014;12(1):50.  Available from: http://www.biomedcentral.com/1741-7007/12/50

 

10) Mayer EA, Tillisch K, Gupta A. Gut/brain axis and the microbiota. J Clin Invest 2015.. doi:10.1172/JCI76304.

 

11) Ilyin VK, Kiryukhina NV. Disruption of the Colonization Resistance Syndrome in Humans in Altered Habitats and Its Prevention. Acta Naturae. 2014;6(2):10.  Available from: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4115221/

 

12) Kolling G, Wu M, Guerrant RL. Enteric pathogens through life stages. Frontiers in Cellular and Infection Microbiology [Internet]. 2012 [cited 2014 Apr 14];2. Available from: http://www.frontiersin.org/Journal/10.3389/fcimb.2012.00114/full

 

13)  La Rosa PS, Warner BB, Zhou Y, Weinstock GM, Sodergren E, Hall-Moore CM, et al. Patterned progression of bacterial populations in the premature infant gut. Proceedings of the National Academy of Sciences [Internet]. 2014 Aug 11 [cited 2014 Aug 18]; Available from: http://www.pnas.org/cgi/doi/10.1073/pnas.1409497111

 

14) Lyte M. Microbial Endocrinology in the Microbiome-Gut-Brain Axis: How Bacterial Production and Utilization of Neurochemicals Influence Behavior. Miller V, editor. PLoS Pathogens. 2013 Nov 14;9(11):e1003726. doi:10.1371/journal.ppat.1003726

 

15) Maranduba CM da C, De Castro SBR, Souza GT de, Rossato C, da Guia FC, Valente MAS, et al. Intestinal Microbiota as Modulators of the Immune System and Neuroimmune System: Impact on the Host Health and Homeostasis. Journal of Immunology Research. 2015;2015:1–14. http://dx.doi.org/10.1155/2015/931574

 

Estres materno y neurodesarrollo

El neurodesarrollo es un proceso que desde la gestación puede verse afectado. Durante el embarazo la salud de la madre juego un rol en garan...